El comprador encuentra una propiedad en la que está interesado y llega a un acuerdo con el propietario para comprarla, estructurar los pagos, etc.
Se realiza un estudio inicial sobre el papel; todos los documentos originales de la casa y la prueba de propiedad son obtenidos de la oficina oficial de registro.
Se solicitan los certificados relativos a las deudas tributarias municipales (IPTU) y los certificados personales de estar al corriente de deudas y responsabilidades del propietario.
El comprador debe registrarse para obtener un número CPF (explicación completa de esto a continuación).
Se establece un contrato entre el comprador y el vendedor, llamado acuerdo privado de compraventa (opcional).
Un pequeño depósito asegurará la propiedad mientras su abogado comprueba la documentación y los datos de la propiedad.
El abogado llevará a cabo las debidas diligencias para confirmar que el vendedor posee legalmente la propiedad, tiene los títulos de propiedad correctos, la trama es del tamaño correcto y no existen deudas contraídas sobre la propiedad, como por ejemplo facturas pendientes. Por lo general esto lleva más tiempo para viviendas de segunda mano que para construcciones sobre plano, ya que puede haber más asuntos que determinan la propiedad. La clara titularidad y las deudas deben ser verificadas.
El dinero es transferido desde la cuenta del comprador.
A continuación se intercambian las propiedades con la escritura pública de compraventa.
Tras la transferencia, un ITIV (impuesto de transferencia de propiedad) de entre un 2 y un 4% (dependiendo del condado en el que esté ubicada la propiedad) del valor de la propiedad es pagadero al condado (vea a continuación el desglose completo). Además, el comprador debe pagar las tasas de registro y notaría que pueden incurrir en un impuesto adicional de hasta un 2% del valor de la propiedad.
Una vez que se paga la tasa y la propiedad es transferida al comprador mediante la “Escitura Pública”, la propiedad es oficialmente registrada a nombre del comprador en la oficina de registro del país. Con frecuencia suelen pasar unos 30 días antes de que la escritura quede totalmente registrada en un documento llamado “Matrícula”, el cual muestra la historia de compraventa de la propiedad y garantiza sus derechos al propietario. Éste es un paso vital, ya que sin él no se posee la propiedad de manera oficial.
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