Más allá del rápido crecimiento del crédito, el recorte de los intereses ha permitido que el valor de los bienes se estabilizara ampliamente. Las inversiones extranjeras directas siguen siendo más que suficientes para satisfacer el déficit actual, el cual ronda en torno al 2,2% del PIB.
En 2012, el gobierno lanzó una serie de iniciativas para reducir los costes de la energía, reestructurar los pagos de dividendos del petróleo, fortalecer la inversión en infraestructura a través de participación extranjera y reformar el IVA estatal.
Citando al ministro de finanzas de Brasil Guido Mantega, “aunque 2012 fue un año de crisis financiera global, no llamó a la puerta de los brasileños. Tuvimos crecimiento en los salarios totales, ingresos y empleo. Fue un buen año para la mayoría de la población, más allá de un desempeño del PIB inferior a lo esperado. Los resultados del último trimestre del 2012 indican que la economía de Brasil está en un proceso gradual de aceleración. Esta aceleración continuará a lo largo del 2013, lo que apunta a un esperado crecimiento de entre el 3 y el 4 por ciento para este año”.
Fuente: The World Bank
La presidenta Dilma Rousseff, la primera presidenta mujer de Brasil, electa en 2010, continúa trabajando sobre el programa social y económico iniciado por el gobierno anterior, dirigido por el ex-presidente Lula Da Silva, mejorando la amplia reforma económica, tal como el fomento a la inversión extranjera (incluyendo el Programa de Inversión Logística, que traerá 526 billones de dólares en inversiones para varios proyectos a partir de 2013) y el pago de la deuda externa.
A pesar de un reciente aumento en las tasas de interés para aliviar las presiones inflacionarias, los intereses en Brasil permanecen a unos niveles históricamente bajos. Brasil también tiene un enorme superávit mercantil, producido mayormente por su vasta gama de recursos naturales y exportaciones al resto del mundo. Estas reservas de superávit mercantil y acumulación de moneda extranjera continuarán, a medida que los recientes hallazgos de petróleo se van sumando y la hazaña de Brasil como potencia agrícola aumenta, así también como las exportaciones impulsadas por el cuidado del medioambiente de bio-combustibles, tales como el etanol. Mientras tanto ha habido un reciente aumento en el nivel de inflación, pero aún permanece a niveles históricamente bajos, lo cual continúa beneficiando a los pobres.
La depreciación del Real brasileño potenció las exportaciones en 2012, particularmente aquellas que tenían que competir con rivales de menor coste en Argentina y China.